Queremos crear una comunidad virtual que nos ayude a transformar la biblioteca en un espacio de diálogo y reflexión.

Para ello, hemos diseñado varias actividades que combinan formatos clásicos con propuestas innovadoras en el fomento de la lectura: BookCrossing, Yincanas virtuales, Tertulias literarias dialógicas, Poetry Slam…

Todas las actividades son gratuitas y aptas para todos los públicos.

¿Quieres saber más? ¡¡Sigue leyendo!!

Un proyecto para el fomento de la lectura 

Desde hace más de una década, los resultados del Informe PISA de la OCDE constatan que España es uno de los países con el nivel de comprensión lectora más bajo. Esta situación lleva aparejada una creciente preocupación institucional por fomentar el hábito de la lectura y desarrollar la comprensión y expresión oral y escrita.

A estos objetivos se han dedicado numerosas investigaciones, currículos educativos e iniciativas públicas y privadas que contemplan el fomento de la lectura como una de sus principales finalidades. Es el caso del Plan de Lectura, Escritura e Investigación (PLEI) o las actividades de animación a la lectura que se realizan de manera sistemática en la Red de Bibliotecas Públicas Municipales de Oviedo. Por ejemplo, los Clubes de lectura o los Talleres Literarios. El objetivo principal es promover actividades culturales, educativas y lúdicas en torno al libro, visto como un objeto transmisor de conocimiento, mostrando así un mejor uso de las bibliotecas como espacios libres, dinámicos y acogedores. Todo esto se traduce en un aumento del esfuerzo por preparar recursos nuevos y enfocar las actividades de manera rigurosa pero atractiva.

Pensar en tiempos de pandemia

En el último tiempo, esta labor cobra una importancia especialmente significativa. La pandemia mundial que nos asola desde hace varios meses ha trastocado nuestras vidas hasta límites casi insospechados y nos ha dejado sumidos en un horizonte de incertidumbre. La información que recibimos de la realidad procede casi exclusivamente de los medios de comunicación y las redes sociales, pero la velocidad con que se transmite hace que cada vez sea más difícil determinar su veracidad, y nos hace presa fácil de la manipulación política e ideológica.

Mientras tanto, ante la falta de una vacuna eficaz, se impone el confinamiento, el teletrabajo y la teleasistencia a las aulas. Esta situación puede llevarnos a experimentar emociones difíciles de gestionar. La pandemia nos genera miedo a la enfermedad, tristeza por las pérdidas de conocidos o familiares, y soledad por la falta de contacto social, nuestra cotidianidad y rutinas diarias. La infancia y los jóvenes están entre los sectores de población más afectados. Estas emociones pueden ir acompañadas de rabia o frustración, a causa del sentimiento de impotencia y la incertidumbre que provoca no conocer todos los cambios que esta situación puede generar. Pero sobre todo puede provocar ansiedad. Sentir estas emociones es normal. Lo importante es aprender a comprenderlas. Prestar atención a lo que nos pasa puede ayudar a conocernos mejor. Y para ello, nada mejor de la filosofía.

Pensando en la biblioteca 

Las bibliotecas, por su parte, son depositarios de nuestra memoria colectiva, guardianes de la herencia cultural que perdura a través de sus colecciones, pero también son lugares para el diálogo y la reflexión. El libro no es solo una fuente de entretenimiento y placer, sino también un vehículo de conocimiento y reflexión sobre el mundo. Leer no consiste simplemente en pronunciar las palabras y oraciones que aparecen en un texto, sino también salir al encuentro de otras vidas, otros personajes, lugares y épocas diferentes. Y así, a través del diálogo con otros mundos, reales o imaginarios, encontrar respuestas al anhelo de sentido. Al transmitir ideas, valores, modelos de conductas, estilos de vida o referentes ideológicos, la literatura, al igual que otras manifestaciones culturales, ofrece la posibilidad de utilizar sus productos para desarrollar en el público competencias de reflexión y espíritu crítico. Ahí reside el valor educativo y cultural de las bibliotecas. Pero es necesario para ello disponer de formación filosófica específica que capacite para orquestar esa reflexión conjunta.

Las distintas actividades que proponemos están inspiradas en los retos socioeducativos que hemos señalado anteriormente y tratan de mostrar que pensar puede ser una actividad lúdica, sobre todo si se hace con los otros. De ahí que se acuda a las redes sociales para crear una comunidad virtual que anime a los participantes a conocer las distintas utilidades de las bibliotecas, presentándolas como espacios de participación ciudadana para el diálogo y la reflexión. Para ello, las actividades serán eminentemente participativas, intercalando distintos formatos, como BookCrossing, Yincanas virtuales, Tertulias literarias dialógicas o Poetry Slam.

Si quieres saber más sobre nuestro proyecto y te interesa participar en las actividades programadas ¡¡escríbenos!!

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